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sábado, 19 de febrero de 2011

La intervención estadounidense en Haití.

En enero de 2010 un terrible terremoto azotó a Haití, el presidente de EUA Barack Obama impulsó al mundo por medio de mensajes a ayudar a la isla. Nos conmocionamos, cooperamos y nos unimos para mandar víveres y medicinas. El país más pobre de Latinoamérica había quedado devastado. Un año después, España es el único país que ha invertido en la reconstrucción de Haití con una cantidad superior a los 61 millones de euros. ¿Qué precedente tiene Haití? ¿Conocen un poco de su historia? Déjenme contarles sobre los conflictos políticos que ha vivido.

En 1804 Haití obtuvo su independencia del Imperio Francés, siendo el primer país libre del continente americano. Como consecuencia, comenzaron diferentes posiciones de caudillos que luchaban por distintos ideales. Lo único que se logró con este estado de conflictos armados por políticas diversas fue la creación de un país con una inestabilidad que no permitía el desarrollo económico ni político. La estructura agraria, que era la principal, por no decir la única economía que sostenía al país, se basó en las plantaciones coloniales precedentes. Sin embargo el problema de la tecnología y la mano de obra se hizo presente, la esclavitud recién abolida trajo consigo una creación de servidumbre feudal, pues de una u otra forma la sociedad tenía que sustituir el papel del esclavo. Comenzó una era de caciques que marcó la historia de Haití.

A principios del siglo XX, la burguesía estaba compuesta por comerciantes consignatarios extranjeros o negociantes mulatos. Lo cual creó dos posturas radicales con respecto al poder guiado sobre todo por el “factor de color” : se crearon dos grupos, uno mulato y otro negro. Ambas posturas políticas estaban alteradas por los intereses de países extranjeros; “Las potencias europeas (Francia, Inglaterra, Alemania) y también los Estados Unidos con su impulso expansionista, añadían un factor más de virulencia a los conflictos internos. Estas injerencias se expresaban a través del apoyo dado por tal o cual potencia extranjera, o las intrigas de sus agentes en favor de los diferentes grupos en pugna”.

En 1915 comenzó la ocupación estadounidense en Haití, se inició un nuevo sistema de neocolonización y de modernización del país. Sin embargo no fue un cambio realmente positivo para el país, reforzando el poder de los grupos sociales dominantes, creando nuevos medios de control y dominación que permitían a la élite controlar y neutralizar la resistencia popular. La política haitiana se convirtió en una marioneta para los intereses norte americanos, se disolvieron las cámaras legislativas, así como también el ejército local.

Hacia los años de 1928 y 1929 el sentimiento nacionalista se fortaleció, trayendo consigo un rencor y repudio hacia los militares y sobre todo, marines, que estaban instalados en Haití. Las elecciones libres, que no existían en ese momento, comenzaron a ser la mayor petición del pueblo por medio de marchas y manifestaciones, que en su mayoría, fueron apagadas por medio de la fuerza. La situación fue propicia para que se crearan nuevas corrientes políticas: “Un grupo de las clases dominantes emergió entonces encabezado por Stenio Vicent en las elecciones del 18 de noviembre de 1930. Este equipo gobernante, disfrazado de nacionalista, podía servir de representación indígena a la potencia dominante.”

Por otro lado, a pesar de estar respaldado por Estados Unidos, el gobierno de Haití no creció en términos capitalistas, las inversiones fueron casi nulas, las tecnologías agrarias no fueron modificadas en alto grado: el cambio más radical fue sustituir el café como base agrícola por la caña de azúcar. Pero el único país comprador de Haití era Estados Unidos, Francia había abandonado la relación comercial con el país latinoamericano, lo cual cerraba las expectativas de un comercio internacional.

La presencia del interés estadounidense en Haití es innegable: “se destacó la práctica de los préstamos aplicada desde 1922 (…) Ésta se convirtió en forma principal del despojo financiero, e instrumento de un sistema de premios y castigos a los gobernantes.” La exclusión de la sociedad haitiana era evidente, no tenían derecho a la manifestación, a la libre expresión ni mucho menos a la participación política. El descontento era un volcán a punto de explotar.

En agosto de 1934 los marines estadounidenses fueron totalmente expulsados de Haití. Sin embargo esto no fue sinónimo de estabilidad política ni de crecimiento del país, constantes conflictos de corte nacional e internacional siguieron a esta época. El asesinato de 20 mil haitianos refugiados en República Dominicana es un claro ejemplo de la ineptitud del gobierno haitiano y de la falta de responsabilidad sobre su pueblo, pues la indemnización que se había acordado, 750 mil dólares por parte del gobierno dominicano no se finalizó, el pago se quedó en 500 mil dólares. Hecho que muestra claramente la falta de interés de la presidencia de Haití por proteger a la sociedad.

El 1º de junio de 2004 comenzó por segunda vez la intervención de potencias extranjeras en Haití, según la Organización de Naciones Unidas, la situación de inestabilidad política en el país afectaba y violaba severamente las reglas del derecho internacional. Brasil ha encabezado la misión de ocupar militarmente a Haití para lograr la estabilidad política. “La Misión de las Naciones Unidas para la estabilización de Haití, MINUSTAH, está formada por 36 países aunque en la formación del contingente, de unos siete mil militares, hay una presencia latinoamericana masiva. Teóricamente la MINUSTAH se basa en cuatro pilares; estabilizar el país, pacificar y desarmar a los grupos guerrilleros y rebeldes, promover elecciones libres e informadas y por último, fomentar el desarrollo institucional y económico de Haití”. Teóricamente la intención de las Naciones Unidas no va más allá de una ayuda que estabilice al país por medio de la intervención no agresiva de los grupos militares extranjeros. Me parece pertinente cuestionar esta situación; la intención y el interés de los países que conforman la MINUSTAH.

Al principio de la misión, los objetivos parecían cumplirse, conforme fue pasando el tiempo y la ocupación se fue extendiendo parece ser que los objetivos iniciales se fueron perdiendo. En el 2004 la sociedad haitiana comenzó una serie de manifestaciones pacíficas en las cuales se exigía el aumento del salario mínimo: pasarían a ser $5 usd. en vez de $2 usd. como se tenía anteriormente. “A partir del 4 de junio comenzó un proceso intensivo para reprimir esas manifestaciones. Una muerte, decenas de heridos, decenas de presos. ¿Quién estaba llevando a cabo las acciones militares? La Policía Nacional Haitiana y su patrocinadora la “Fuerza de Paz de la ONU”, que se llama MINUSTAH, reprimió manifestaciones legítimas usando armamento y vehículos de guerra”.

Me resulta impresionante la paradoja que se vive día a día en Haití, el país más pobre de América Latina, parece ser que no ha existido hasta el momento algún grupo que, desinteresadamente, esté dispuesto a ayudar a dicho país que se enfrenta a ser el objetivo de muchas potencias con economías más ricas que la suya y además a crear un Estado que después de varios siglos no se ha logrado establecer. ¿Cuál será la causa del desinterés mundial por la situación haitiana?

Bibliografía.

José Luís Patrola en http://www.rebelion.org/noticia.php?id=88816

Pierre-Charles Gérard, “Haití (1930-1975): La crisis ininterrumpida” en Pablo González Casanova (Coord.) América Latina: Historia de medio siglo.

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